Agroecología y Soberanía Alimentaria

La soberanía alimentaria es el derecho que tienen los pueblos o comunidades a decidir cómo se quieren alimentar y cómo quieren gestionar sus recursos para producir esos alimentos. La agroecología, por su parte, es la ciencia que estudia los ecosistemas agrarios y las relaciones que se dan entre los diferentes agentes que conforman ese ecosistema. Ambos conceptos se unen en la práctica de millones de campesinos de todo el mundo (Vía Campesina), siendo la soberanía alimentaria el objetivo que persiguen alcanzar y la agroecología la herramienta de la que se sirven para alcanzar ese objetivo.

En el presente estudio, tratamos de acercarnos a esa realidad, poniendo el foco sobre diferentes prácticas o procesos que se están desarrollando en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Para ello, nos valdremos de los datos producidos a través de un trabajo de campo de base cualitativa (entrevistas en profundidad y observación participante) llevado a cabo a lo largo de 2018.

Un análisis preliminar de estos datos nos señala que la acción colectiva colaborativa, noción central de nuestro proyecto de investigación, es una pieza clave en el engranaje de las diferentes experiencias estudiadas. Ésta aparece como elemento transversal en espacios tan disímiles como los modelos de organización interna, los procesos de toma de decisiones, o las formas de relacionarse con el entorno, las comunidades y los consumidores.

Además, podemos observar que los discursos recogidos funcionan en la articulación de dos escalas de sentido: una teórica y una práctica. La primera, de una forma más o menos velada, alude a paradigmas de pensamiento y de organización política, social y económica como el bien común, la economía feminista o el buen vivir. La segunda, remite a nociones prácticas o formas de hacer que son comunes a todas las experiencias estudiadas: la horizontalidad, el apoyo mutuo, la colectivización, el asamblearismo, la democracia directa, el auzolan.

Con esto, la segunda fase del análisis se centrará en el estudio de cinco dimensiones concretas que nos permitirán, a su vez, ahondar en los impactos que estas prácticas o procesos tienen no sólo hacia dentro (sus propias lógicas y funciones), sino también hacia la comunidad o la sociedad en general:

  • Formas de organización y gestión colectiva (recuperar, compartir, colectivizar)
  • Metodologías de trabajo (investigación-acción participativa, toma de decisiones colectiva, dinamización y facilitación de procesos)
  • Valores (interseccionalidad, feminismo, consumo responsable, corresponsabilidad, cuidados, inclusividad)
  • Socialización de lo producido o relación con los consumidores (grupos y cooperativas de consumo, mercados, charlas y foros para la comunidad, comedores escolares)
  • Políticas públicas (compra pública, planificación del territorio, conflictos, resistencias)

Como hipótesis tentativa, nos atrevemos a afirmar que estas prácticas no sólo están contribuyendo a transformar el sector primario y el ámbito rural, sino que están incidiendo sobre los sistemas y los hábitos de alimentación y consumo de sectores significativos de la sociedad.

Investigadora: Izaskun Artegui Alcaide.